Modelo Traumatogénico 

Modelo Traumatogénico 

El abuso sexual infantil (también conocido como ASI), en una de las formas de vulneración de derechos de la infancia de mayor impacto en personas que la sufren, ya que ésta afecta la confianza básica de NNA (niños, niñas y adolescentes), que le permite crecer y generar vínculos seguros con su entorno, debido a que, en muchos casos, quienes debían cuidarle y protegerle no lo han hecho, o en muchos casos, incluso han sido ellos mismos quienes le han hecho daño. 

En la mayoría de los casos de abuso sexual infantil este es perpetrado por una persona de confianza del niño/a y/o de su familia, quien lo esconde y perpetúa usando diversas estrategias de silenciamiento, como la manipulación, el engaño, la seducción, la amenaza, entre otras. 

Para comprender el impacto que esta forma de vulneración tiene en la vida de una persona, resulta útil el Modelo Traumatogénico desarrollado por Finkelhor y Browne (1985), el cual al día de hoy sigue siendo ampliamente aceptado.  

Para el autor, hay cuatro factores comunes al abuso sexual infantil, los cuales explican el impacto o las consecuencias que este tiene o puede tener en la vida de quienes lo sufren.  

  1. Sexualización traumática 

Se refiere a que la sexualidad del niño/a se conforma y establece de manera inadecuada, ya sea debido a que las conductas sexuales no son comprensibles por el mismo (debido a su desarrollo cognitivo), y/o porque el adulto utiliza la interacción sexual como un medio para la satisfacción propia, alienando al niño, sus deseos y sus límites.  

  1. Traición 

Tiene que ver con la pérdida de la confianza básica del NNA, en donde descubre o hace consciente que quien debía protegerlo le ha traicionado y le ha hecho daño. Esto no es solo pensando en la figura del/la agresor/a, también puede referirse a otras figuras de cuidado que, debiendo haber protegido no lo hicieron. Los efectos de la traición no se configuran solamente al momento de la agresión, sino también pueden hacerlo al momento de la develación, cuando quienes le rodean no dan credibilidad o no despliegan estrategias para proteger y reparar. 

  1. Falta de poder o indefensión 

Hace referencia a la situación de completa indefensión en que es puesto el niño, niña o adolescente al momento de la agresión, en que su voluntad, sus deseos y sus límites son ignorados y vulnerados por el/la agresor/a. La sensación de indefensión aumenta cuando la víctima ve frustrados sus intentos por detener la agresión o defenderse. 

  1. Estigmatización 

Los mecanismos de silenciamiento que utiliza el/la agresor/a para perpetuar el abuso, contribuyen a generar en el/la niño/a sentimientos de culpa y vergüenza, los que muchas veces son también reforzados por el/la agresor/a, quien traspasa la culpa o responsabilidad propia a su víctima. Elementos sociales o culturales, comentarios de familiares o conocidos en forma de reacciones negativas o culpabilizantes de las experiencias abusivas, también pueden contribuir y reforzar el estigma.  

Finkelhor, D. & Browne, A. (1985) The traumatic impact of child abuse: A conceptualization. American Journal of  Orthopsychiatry, 530- 541. 

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